Pasos
1. Prepara la Masa: Bate el iniciador activo, el agua y el aceite de oliva en un bol grande. Luego, añade la harina y la sal. Coloca esta mezcla en el bol y cúbrelo con un paño de cocina húmedo o un plato para evitar que se seque. Este proceso es conocido como autolisis.
2. Deja que la Masa Fermente: Permite que la masa repose en un lugar cálido para que fermente. Estará lista cuando haya duplicado su tamaño y su aspecto sea menos denso. Este proceso puede variar de 3 a 12 horas dependiendo de la temperatura ambiente. Durante este tiempo, puedes estirar y doblar la masa ocasionalmente para fortalecerla.
3. Forma la Masa: Con cuidado, retira la masa del bol y, sobre una superficie ligeramente enharinada, sepárala para hacer dos panes o mantenla entera para uno solo. Dale forma de bola suave.
4. Segundo Levado: Espolvorea harina de maíz en el fondo de tu olla de hierro fundido (horno holandés). Coloca la bola de masa dentro para un segundo levado, más corto esta vez, de unos 30 minutos a 1 hora. Cúbrelo con la tapa de la olla o un paño húmedo. La masa estará lista cuando se haya hinchado ligeramente pero no haya duplicado su tamaño. Precalienta el horno a 230°C cerca del final de este periodo.
5. Marca la Masa: Justo antes de meter el pan al horno, haz un corte superficial de unos 5-7 cm de largo en el centro de la masa con un cuchillo muy afilado. El corte debe ser de unos 6 mm de profundidad.
6. Hornea el Pan: Coloca el pan en la rejilla central del horno (con la tapa puesta) y reduce la temperatura a 200°C. Hornea durante 25 minutos con la tapa, luego quítala y sigue horneando unos 40 minutos más o hasta que el pan esté dorado.
7. Deja Enfriar y Disfruta: Una vez horneado, saca el pan del horno y déjalo enfriar en una rejilla durante al menos una hora antes de cortarlo. Cortarlo demasiado pronto puede hacer que el interior esté gomoso.
Tips
Recuerda que las cantidades y temperaturas pueden variar según tu horno. Es buena idea ir revisando el pan para asegurarte de que se cocine perfectamente.