¿Y si te decimos que esto del colesterol bueno y colesterol malo no existe? ¿Qué colesterol sólo hay uno y que, si tenemos que otorgarle un papel en nuestra película, sería el de alguien bueno? Te contamos esto para que este 2024 veas al colesterol con otros ojos.
El colesterol se define como una molécula esencial, y esto, en términos biológicos, significa que sin él no podemos vivir. De hecho, es tan importante para nosotros que somos capaces de fabricarlo. Entre otras, sus funciones son las de participar en la formación de ciertas hormonas y también en el metabolismo de la vitamina D, clave para la salud del sistema nervioso, muscular e inmunológico.
Como ves, eliminarlo de nuestras vidas no es buena idea. Y entonces te preguntarás: ¿por qué existen esas pastillas para bajar el colesterol? Aquí entra en juego el famoso concepto de colesterol bueno y colesterol malo. Esto se define así ya que el colesterol, al ser una molécula que forma parte del grupo de las grasas, no puede viajar por la sangre (como el agua y el aceite, que no se pueden mezclar) y necesita un transportador.
Los dos transportadores que se observan en las analíticas son, principalmente, el HDL (el que tiene la etiqueta de bueno) y el LDL (el que tiene la etiqueta de malo), de los que quizás ya hayas oído hablar. Estos transportadores son como los repartidores que nos llevan la cena el viernes por la noche a casa cuando pedimos a través de una aplicación, ya que transportan grasas, nuestra principal fuente de energía de reserva. La sangre, seria la carretera por la que circulan. En los últimos años, diversos estudios han concluido que los niveles de LDL elevados no son un problema de salud por sí mismos. El problema es el tiempo que estas moléculas están circulando por la sangre, ya que, si este es muy largo, se oxidan y entonces sí que son peligrosas para nuestra salud. ¿Te comerías una hamburguesa que ha tardado cuatro horas en llegar a tu casa? Seguramente no, ya que habría llegado en mal estado.
Para que usemos correctamente las moléculas que viajan en moto (nuestros transportadores) por nuestras carreteras (la sangre), debemos tener una vida activa, hacer ejercicio físico, consumir poco azúcar y espaciar las comidas. Diversos estudios asocian que los individuos con estos buenos hábitos pueden tener niveles de LDL muy altos, sin que éstos supongan ningún peligro para la salud. En conclusión: no hay colesterol bueno ni malo. Sólo hay un colesterol, y nuestros problemas de salud coronaria vendrán determinados más por nuestros hábitos y no tanto del consumo de grasas.