Estamos ya a 21 de agosto y probablemente, si eres un verdadero amante de la dieta mediterránea, no habrás dejado pasar la oportunidad de comerte una buena paella. Además, si eres todo un cocinillas, no habrás dudado en prepararla tú mismo.
La tradicional paellera valenciana es de acero pulido y dura mucho tiempo, es más, hay a quién le dura toda la vida. Si eres fan de la paella y, además, te gusta cocinarla o quieres aprender a hacerlo, es una muy buena inversión siempre y cuando sepas cuidarla.
Desde San Ignacio queremos darte las pautas para que tu paellera de acero pulido te dure lo máximo posible y así poder llegar a convertirte en todo un maestro paellero. Da igual el tamaño o grosor que tenga, porque si realizas siempre el siguiente ritual de limpieza podrás disfrutar de tu paellera personal muchos años. Además no sé si lo sabes, pero cuanto más la usemos mejores resultados nos proporcionará en la elaboración de nuestra paella.
Si tu paellera es nueva y es la primera vez que la vas a usar es conveniente lavarla previamente para eliminar la capa anti-oxidación especial del fabricante. Lo puedes hacer con agua y jabón, pero mejor calentar agua con un chorrito de vinagre, cocinarla a fuego lento durante 10 minutos más o menos y enjuagarla.
Una vez ya le hayas dado más de un uso a este producto debes conocer cómo limpiarla después de cada cocinado para evitar que se oxide y/o ennegrezca. La paellera de acero pulido no posee ningún tipo de recubrimiento antiadherente de base por lo que es habitual encontrarte restos de comida pegados en el recipiente antes de limpiarlo. Para esto simplemente llénala de agua y jabón y déjala aproximadamente una hora para que se reblandezcan los restos de comida y limpiarla sea una tarea sencilla.
Cuando los alimentos se hayan reblandecido frotar con eficacia con un estropajo de metal y arena de fregar, aunque también valdría arena fina. Una vez limpia la paellera aclaramos el jabón y la secamos con papel de cocina. No la dejes secándose al aire libre porque empezaría a ponerse negra y, seguidamente, se oxidaría.
El siguiente paso para seguir, cuando la paellera ya esté completamente seca, es untarla con aceite por dentro y por fuera con ayuda de papel de cocina. Envuélvela en una bolsa de plástico para evitar que se adhieran impurezas y guárdala.
Es muy fácil mantenerla, no dejes que el óxido te estropee una de las mejores comidas del verano.